La
industria financiera
se encuentra en un punto álgido de volatilidad y rápidos cambios, esto es en gran medida una respuesta a la pandemia global que inició en 2020, donde la tecnología se convirtió en el medio para conectar a las personas con sus Bancos
. Fue necesario adquirir una madurez digital de manera acelerada, resolviendo los problemas en el camino y sin una estrategia clara de cuáles serían los objetivos y los resultados a obtener.Seleccionar la tecnología correcta es un tema complejo, aún más si se tiene que integrar a sistemas de misión crítica como el Core Bancario
. Perder dinero y tiempo no es una opción, ya que la carrera por la digitalización no admite errores.
El 2020 fue el año que puso a prueba la flexibilidad de los
sistemas de Core Bancario
y muchas instituciones reprobaron, se dieron cuenta que la obsolescencia de su tecnología no les permite responder con agilidad para adaptarse a cambios drásticos y competir a un nivel digital.En América Latina, los gobiernos tomaron ciertas decisiones económicas para reducir el efecto del distanciamiento social, se establecieron
cambios regulatorios
en cuanto al pago de intereses, tales como refinanciamiento, prórrogas de pagos, ampliación de cuotas, periodos de gracia y otras opciones más. Los Bancos tuvieron que realizar una reprogramación de sus carteras crediticias en el menor tiempo posible, evitando a toda costa que las operaciones cotidianas se detengan.Sin embargo, para algunas instituciones, la rigidez de sus
Sistemas de Core Bancario
(abreviado como SCB), hizo que la reprogramación de las carteras crediticias sea una tarea titánica, en la cual fue necesario realizar alteraciones en el mismo código del SCB ocupando un exceso de tiempo y recursos. Mientras que del otro lado, los Bancos que manejan SCB flexibles y escalables pudieron adaptarse a las nuevas normativas en cuestión de días, optimizando costos y garantizando la operatividad del negocio.La pandemia dejó en claro que no solamente es necesario que los Bancos tengan una mirada hacia el futuro, sino que tienen que estar preparados para asumir los retos futuros.
Otro de los cambios drásticos que afectó a los Bancos fue el acelerado crecimiento de las
transacciones digitales
. Ya que las personas no podían salir de casa, empezaron a utilizar sus aplicaciones de Banca Móvil y Online
, esto generó una nueva serie de usuarios bancarios
que empezaron a movilizar su capital, lo que en algunos casos saturó los sistemas transaccionales del Banco y las plataformas empezaron a presentar fallas, ya que no estaban preparadas para escalar a este nuevo volumen de operaciones.Tanto la flexibilidad y escalabilidad se convirtieron en dos áreas de suma importancia para la Banca, durante la pandemia. Las instituciones financieras han tenido que replantearse la arquitectura de su Core Bancario y repensar nuevos modelos que les brinden la flexibilidad necesaria para adaptarse a nuevas regulaciones y la capacidad de escalar rápidamente en cuanto a
transacciones
y usuarios, sin que esto represente un deterioro en su servicio.Para algunos Bancos en América Latina, la
Obsolescencia Tecnológica
de los Sistemas de Core Bancario
ha dificultado de sobremanera abordar la digitalización, ya que las plataformas no han sido construidas para integrarse ágilmente con nuevos servicios, lo que conlleva a complejos procesos, incremento de costos por mantenimiento y una visión limitada hacia el futuro.La relevancia de la Arquitectura Orientada a Servicios
Los
Sistemas de Core Bancario
diseñados bajo una Arquitectura Orientada a Servicios
(abreviado como AOS) favorecen la integración con los sistemas legados, así como el desarrollo de nuevos productos y servicios financieros. Un Banco que identifica una nueva oportunidad de negocio en la Gestión de Patrimonio, pero que nunca ha brindado este servicio, puede valerse del diseño y la funcionalidad de otras aplicaciones para habilitarlo de forma rápida y a un bajo costo.En el caso de los Bancos de nivel pequeño y mediano pueden ofrecer productos y servicios similares a los de sus grandes competidores, en corto tiempo y a un costo eficiente. Esto se debe a que no es necesaria una reingeniería de la actual tecnología del Banco, promoviendo una competencia más pareja.