Para satisfacer las nuevas expectativas de los clientes y garantizar su lealtad, la
banca corporativa
debe buscar soluciones realmente innovadoras. En este sentido, las API (interfaces de programación de aplicaciones) pueden ser las aliadas que necesita la banca empresarial. Gracias a la integración de aplicaciones es posible tender puentes entre lo que la banca
ofrece actualmente en su core y el enfoque automatizado y personalizable, basado en datos, de las soluciones financieras de terceros.No es casualidad que la
integración de aplicaciones
se haya convertido en la vanguardia tecnológica de la banca
. La clave está en que con ella los bancos pueden conectar diferentes aplicaciones o herramientas para ofrecer mejores servicios a sus clientes.En efecto, la
banca corporativa
puede aprovechar la integración de aplicaciones para proporcionar soluciones flexibles y ágiles a sus clientes.Open banking
, una oportunidad de crecimiento para la banca en la era digital
El modelo de open banking, o banca abierta, requiere poner a disposición de otros actores del mercado la información bancaria mediante API. Esto significa que las entidades financieras deben desprenderse de la práctica tradicional de no compartir información de sus clientes. Abrir esta información a terceros, siempre de forma segura y con su consentimiento, permite crear soluciones a la medida de las necesidades de los clientes.
Compartir la información, de la manera como se hace en la banca abierta, no vulnera la confidencialidad que se exige en la
industria financiera
. Si la banca corporativa comprende esta idea, puede aprovechar de forma óptima las tecnologías actuales, tal como lo hacen las grandes empresas tecnológicas como Google, Amazon y Facebook, así como las fintechs.Estas empresas reconocen el valor de los
datos financieros
y, de hecho, los ven como su próxima vía de crecimiento. Así, en los últimos años han surgido sistemas de pago digitales que podrían hacer tambalear el negocio de la banca tradicional. Un ejemplo claro de cómo las tecnológicas quieren aprovechar los datos financieros es la expansión de Google Pay, que a finales de 2021 comenzará a ofrecer cuentas corrientes en Estados Unidos en asociación con varios bancos, entre ellos Citi.No obstante, esta podría ser una asociación desigual, pues el dueño de las relaciones con los clientes será Google y no los bancos. El gigante de Internet entiende que los datos de las transacciones son la parte más valiosa del trato, incluso más que el saldo de las cuentas de los clientes, y por ello se asegura de tenerlos.
En esta era de
transformación digital
desaprovechar los datos puede ser un gran error. En una sociedad digital, los datos compiten con el dinero como componente fundamental de la riqueza. Por tanto, quien los gestione y aproveche correctamente, mediante el análisis de big data
y las soluciones personalizadas, tiene en sus manos la oportunidad de incrementar sus ganancias.El mundo financiero está entendiendo el valor de los datos. En Europa, por ejemplo, existe una actitud positiva hacia la banca abierta. Así, 70% de los ejecutivos financieros de nivel C ven oportunidades en el open banking, de acuerdo con Tink, una plataforma de banca abierta. Adicionalmente, 59% de los ejecutivos encuestados por JPMorgan Chase Executive Advisory Board (EAB) se confesaron conocedores de la banca abierta, 27% dispuestos a aprender sobre ella, 10% neutrales y solo 3% escépticos.
Los clientes, a su vez, no están en contra de poner a disposición sus datos si se trata de mejorar los servicios. Así, 78% de los clientes están conformes con dar permiso expreso a los bancos para que utilicen sus datos con el objetivo de proporcionarles servicios personalizados, de acuerdo con la investigación Global Financial Services Consumer Study, de 2019, elaborada por Accenture.
La banca abierta crece a un ritmo vertiginoso. Así, se espera que crezca 24,4% anual de 2019 a 2026, cuando alcance los 43.150 millones de dólares, según Allied Market Research. Por otro lado, grandes bancos y proveedores de servicios financieros como Bank of America, Erste Group, HSBC y JPMorgan Chase ya aprovechan las plataformas de banca abierta.
Una de las integraciones más destacadas es la que hizo Stripe con Goldman Sachs y Citi. El objetivo es ofrecer productos y servicios de tesorería a los clientes comerciales de estas empresas de servicios financieros, entre ellos tarjetas de débito, cuentas bancarias que devengan intereses y otros servicios de administración de efectivo.
Los datos financieros son, hasta ahora, de los activos más infrautilizados, pero con el open banking y la integración de aplicaciones es posible aprovecharlos para convertirlos en mejores productos, servicios y experiencias para los clientes. En este sentido, las fintechs pueden ser las grandes aliadas de la banca empresarial: con la combinación de su avanzada tecnología y los datos de las entidades financieras es posible desarrollar servicios que beneficien a clientes, bancos y fintechs.
Beneficios de la integración de aplicaciones
para la banca corporativa
La integración de aplicaciones permite a la banca empresarial reinventar su negocio al ofrecer en un solo lugar servicios financieros más eficientes, sencillos y ágiles. La banca corporativa puede aprovechar las soluciones que conectan diferentes sistemas para brindar experiencias únicas a los clientes y ayudarlos a gestionar mejor sus negocios.
- Demuestra un mayor compromiso con los usuarios
El enfoque comercial actual es el de los negocios orientados hacia el cliente: todas las operaciones de una empresa deben tener como objetivo ofrecer al cliente una experiencia satisfactoria. Con la banca empresarial no es diferente. Si quiere retener a sus clientes corporativos, fidelizarlos y atraer nuevos, un banco debe mostrar un compromiso constante por hacer que la vida de sus clientes sea más fácil. Esto se consigue con la integración de aplicaciones, que permite que los clientes ahorren tiempo y costos. - Promueve la personalización
Una de las prioridades de las empresas son las experiencias personalizadas. Con el uso de los datos, la integración de aplicaciones abre nuevos caminos para una personalización de la banca empresarial en función de las necesidades de cada cliente. Adicionalmente, existen soluciones para banca corporativa que permiten que cada cliente añada o elimine funciones o aplicaciones y, en general, autogestione sus servicios financieros. - Posiciona a la entidad bancaria como un negocio innovador
Hoy muchos bancos se declaran “digitales”, pero son pocos los que ofrecen a sus clientes una experiencia digital fluida y eficiente. Apostar por el open banking puede posicionar a una entidad financiera como un negocio innovador a la par de las grandes tecnológicas del mundo gracias a la expansión de sus servicios financieros. Así, los bancos pueden ofrecer servicios más ágiles a las empresas. Por ejemplo, una herramienta que les permita acceder a toda su información de tesorería desde una única plataforma e incluso integrar esta información en sus ERP (Enterprise Resource Planning) para centralizar la información y facilitar las decisiones.
Todos estos beneficios se pueden obtener con productos como Omnia, una solución tecnológica que facilita la integración de aplicaciones en la banca corporativa. Se trata de una moderna plataforma modular y omnicanal que permite reinventar la experiencia de las empresas al ofrecer en un único espacio diferentes servicios, además de nuevas aplicaciones listas para usar. Cada cliente puede personalizar sus productos financieros en función de lo que necesite, lo que acelera la transformación digital de la organización. Todo esto hace a Omnia una opción ideal para satisfacer las necesidades financieras del sector empresarial.