Es indiscutible, las tecnologías emergentes han cambiado por completo el panorama de la
industria financiera
. También lo han hecho sus clientes, quienes buscan ser el centro de los servicios y productos, pero por encima de esto, que su información se encuentre segura. Esto no está de más, cuando el costo del cibercrimen en la economía es de USD. 43 mil millones al año, según datos proporcionados por The Centre for Economic and Business Research
.En 2016, 20.000 cuentas corrientes de la entidad bancaria inglesa, Tesco Bank, fueron vaciadas, tras uno de los ciberataques más grandes en Reino Unido. Después del incidente, Benny Higgins, director ejecutivo, aseguró que se habían tomado las precauciones necesarias y que asumirán los daños ocasionados a sus clientes.
Día a día la banca trabaja con los datos financieros de miles de clientes: sus transacciones, préstamos, hipotecas, tarjetas; pero también con información personal: nombres, números de la seguridad social, propiedades, direcciones y correos electrónicos. Información sensible que frecuentemente es intercambiada dentro de diferentes departamentos del banco, así como con socios afiliados y terceras empresas como firmas tecnológicas y de outsourcing.
“La regulación de la
información privada
es un tema que le preocupa tanto a la banca, como a las fintech
.”Administrar este flujo de datos se ha convertido en uno de los principales retos de la banca, por el mismo hecho de que cada país y región establece diferentes regulaciones sobre la privacidad de los datos. En América Latina, Argentina tiene una de las leyes más restrictivas, en la que se prohíbe transferir datos a otro país que no tenga una adecuada regulación en la protección de datos.
Para controlar y proteger el flujo de información, cumplir las regulaciones sobre protección de datos y las inherentes a la naturaleza financiera, la banca ha tenido que prestarle mayor atención a su back office, invirtiendo grandes sumas de dinero para equiparse con infraestructura y software más robusto.
Las fintech tienen mayor facilidad para adaptarse a nuevas regulaciones, que la banca.
Esto ha creado la oportunidad perfecta para que las fintech puedan mostrarse innovadoras, aprovechando las tecnologías emergentes para generar modelos de negocios que se adapten a las formalidades estructurales de los bancos tradicionales, mientras proveen servicios eficientes, de acuerdo a las necesidades de los clientes.
Ante este escenario, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo
señala que “Las fintech pueden, por ejemplo, facilitar el ajuste de los modelos de negocio de los bancos, el recorte de costes y la explotación de nuevas oportunidades de negocio. (..) Esto puede ayudar a reducir el impacto macroeconómico de las disrupciones en la provisión de crédito bancario a familiares y empresas, incluidas las pequeñas.“
Como es de esperar, el mercado tendrá que adaptarse a nuevas regulaciones, que tendrán que ser obedecidas por las fintech. Así es el caso de la compañía de pagos online, Dwolla, la cual fue sancionada con USD. 100.000 por el Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), con el motivo de falsificar sus prácticas de seguridad de datos.
Lo que conlleva a plantear que existe una importante oportunidad en el mercado de la privacidad bancaria, para aquellas fintech que sepan adaptarse rápidamente a la legislación. De acuerdo a una encuesta, llevada a cabo por Silicon Valley Bank, 43% de emprendedores e inversionistas relacionados con fintech en Estados Unidos, consideran que las regulaciones son grilletes que obstaculizan el crecimiento del sector.
“Fondos de inversión y de capital de riesgo están invirtiendo en fintech para sobrellevar los problemas de privacidad de la banca”.
A medida que la preocupación por la privacidad escala en la industria financiera, grupos de inversión buscan alianzas para tomar las riendas de esta situación. Goldman Sachs Investment Partners invirtió USD. 44 millones en la fintech Plaid Technologies, la cual les permite a sus clientes enviar información financiera a otras organizaciones, para que estas los conozcan mejor. Christopher Dawe, co-director del equipo de capital de riesgo y equidad de crecimiento en Goldman Sachs, asegura que el grupo fintech está tomando los pasos correctos para abordar los problemas de privacidad.
En América Latina, Fisa Group ha llevado más de 100 proyectos, en 9 países, entre los que se encuentra la implementación de
Omnia Business Platform
, una innovadora tecnología financiera, que es capaz de adaptarse a diferentes regulaciones, sin dejar de lado la flexibilidad para gestionar la información ni la seguridad de los datos.