Indiscutiblemente, para todos los sectores e industrias la Nueva Normalidad será un reto, y, por supuesto, la Banca no será la excepción. De hecho, se podría intuir que será uno de los que más cambios tenga que hacer en sus métodos y políticas tradicionales, para poder adaptarse a las necesidades y expectativas de sus clientes en la nueva era post COVID-19.
La primera tendencia que regirá de aquí en adelante en los Bancos es la significativa reducción de las sucursales físicas, para transformar ese presupuesto en habilitar canales digitales
, o para digitalizar la experiencia
en las agencias, con mira hacia el autoservicio.
Así, los analistas de Barclays, una compañía financiera con sede en Londres, estiman que el cierre de oficinas Bancarias en Europa hasta finales de este año será del 10% como poco. Por lo tanto, como viene ocurriendo, sobre todo en los últimos meses, los clientes tendrán que adoptar nuevos canales para realizar sus transacciones y limitarse a ir a las sucursales únicamente para aquellos
servicios financieros
que están fuera del portafolio digital.Asumiendo esta realidad como inminente, los Bancos deberán garantizar a sus clientes plataformas digitales amigables y ágiles, así como altos estándares de seguridad que brinden a los usuarios la confianza suficiente para reemplazar al contacto físico. En este caso, educar a los clientes de mayor edad será otro reto para los Bancos, quienes estarán obligados a generar alternativas como manuales detallados de uso o llamadas telefónicas de soporte.
Otra de las afectaciones que se verán marcadas en la nueva era post COVID-19 es la disminución del uso de dinero en efectivo. Si bien esta tendencia ya ha ido en incremento en los últimos años, se ha hecho aún más evidente debido a los cuidados de higiene y para evitar el contacto físico con otras personas. Así, según la Revista de Estabilidad Financiera del Banco de España, en la Eurozona el 46% de las transacciones se realizan a través de tarjetas de crédito o débito, lo que representa, un 15% más que en 2016.
Las principales razones por las que las personas prefieren medios digitales de pago son:
- Comodidad
- Menor costo por transacción
- Disminución en el tiempo por transacción
- Mejor control de los gastos
Esto implica a su vez,
mayor rentabilidad para los Bancos
. Si a estos argumentos le agregamos el poder evitar tocar material de alto tráfico, estamos ante un fenómeno que indudablemente seguirá en aumento.Sin duda, una de las mayores preocupaciones de quienes tienen créditos con la Banca es poder cumplir con los pagos de sus deudas. Al existir una contracción de la economía, sobre todo en Latinoamérica, se hace evidente que los recursos de ayuda por parte de la Banca son necesarios.
En algunos países de la región han surgieron iniciativas de ayuda a los deudores. Por ejemplo: En Colombia, se ofrecieron ampliaciones en los plazos y reducción de intereses, tanto a empresarios, como a empleados e independientes. Asimismo, en Argentina, se emitió un decreto en donde se ofrece la posibilidad de no pagar las cuotas de créditos hasta septiembre, sin que esta acción implique caer en la central de riesgos. Mientras tanto, en Ecuador, la Banca ofrece renegociación de las deudas y plazos más flexibles para el pago de créditos y tarjetas.
Otro de los efectos de la crisis económica inminente será la necesidad de solicitar créditos, por parte de personas, así como de empresas que tienen que cumplir con sus obligaciones con sus empleados y proveedores. Por este motivo, el sistema confía en que la Banca tendrá procesos más flexibles para las concesiones de capital y que se convertirá en uno de los aliados clave para la reactivación económica.
Entonces, ¿qué esperan los clientes de sus Bancos?
- Mayores facilidades para acceder a tarjetas de crédito y débito, sin ir a una agencia.
- Campañas de educación financiera para promover el correcto endeudamiento crediticio.
- Canales digitales como
Banca Móvil y Banca Online
con un amplio portafolio de servicios y productos financieros. - No tener que asistir a una
sucursal Bancaria
para realizar transacciones o trámites.
La emergencia sanitaria está transformando el comportamiento del consumidor y seguramente algunos cambios serán duraderos, si no permanentes. La
seguridad financiera
se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los clientes en todo el mundo y la Banca deberá responder a la altura para sostener esa confianza a través de sus canales digitales
.Los mercados empezaron ya con el proceso de reapertura; sin embargo, no se conoce aún con certeza cómo será la adaptabilidad de
la Banca en la Nueva Normalidad
, ni cuáles serán los efectos que nos deje el COVID-19 a largo plazo. De todas maneras, los Bancos tienen en sus manos la responsabilidad y el compromiso de adaptarse y desarrollar estrategias digitales integrales, junto con la determinación de salvaguardar el bienestar físico y económico de los clientes y empleados. Aquellas entidades que sepan hacerlo estarán bien posicionadas para recuperarse y garantizar un crecimiento sostenido.Los mercados empezaron ya con el proceso de reapertura; sin embargo, no se conoce aún con certeza cómo será la adaptabilidad de
la Banca en la Nueva Normalidad
, ni cuáles serán los efectos que nos deje el COVID-19 a largo plazo. De todas maneras, los Bancos tienen en sus manos la responsabilidad y el compromiso de adaptarse y desarrollar estrategias digitales integrales, junto con la determinación de salvaguardar el bienestar físico y económico de los clientes y empleados. Aquellas entidades que sepan hacerlo estarán bien posicionadas para recuperarse y garantizar un crecimiento sostenido.