La tendencia hacia la banca abierta (Open Banking) en América Latina ha tomado fuerza en los últimos años. Las entidades bancarias, empujadas por el acelerado proceso de innovación en sus modelos de negocio, viven en una constante adaptación. Los clientes, por su parte, son ahora más exigentes en las características y beneficios de los servicios bancarios: buscan interacción y personalización. En este sentido, los bancos a escala mundial se han volcado hacia procesos más ágiles y flexibles dentro de la oferta de sus productos y servicios, siendo las necesidades de los clientes su punto de partida para la toma de decisiones. La tecnología, sin duda, juega un papel fundamental a lo largo de este ecosistema de cambio.

¿Qué es el
open banking
?

También conocido como “banca abierta”, es un sistema en línea en el que las entidades bancarias comparten información financiera de forma virtual y segura a terceros, valiéndose de una interfaz de programación de aplicaciones en abierto (API) con el fin de personalizar su servicio.

Beneficios potenciales de la
banca abierta

Motivados por la creciente necesidad de atender las demandas de los clientes y, a la vez, tener un rol protagónico frente a nuevos actores financieros, los bancos están adoptando el modelo de Open Banking. A través de este, se busca generar importantes beneficios para los usuarios, como acceder a varios

productos financieros

de manera sencilla y, entre otras cosas, mejorar tarifas de los

servicios bancarios

gracias a la posibilidad de compartir datos y ampliar el alcance de los clientes.

Beneficios potenciales de la banca abierta

Mejor experiencia del cliente: Debido a la apertura de los datos y a la disposición de toda la información de los clientes, las entidades financieras tienen acceso a una mayor cantidad de recursos para la definición de estrategias y toma de decisiones. Esto, sin duda, representa una oportunidad para ofrecer a los usuarios productos financieros con alto valor agregado.
Mayor seguridad: Gracias a la cantidad de información proporcionada por el cliente, existen mayores estándares de seguridad. Por lo tanto, se pueden gestionar procesos de autenticación reforzada para realizar transacciones confiables y mejorar la seguridad en las operaciones.
Nuevas fuentes de ingresos: A través del uso correcto de API’s (interfaz de programación de aplicaciones), como parte de una plataforma de banca abierta, las
instituciones financieras
pueden proporcionar altos niveles de respuesta de cara al cliente, planteando nuevos modelos de negocio con un valor agregado sobre los productos y servicios bancarios ya existentes.

Retos de la implementación de Open Banking

El Open Banking, al igual que otras alternativas tecnológicas, presenta desafíos importantes en torno a la

seguridad de los datos

, específicamente, en cuanto a la protección de la información otorgada por los clientes.

En ese sentido, una adecuada implementación de un modelo de banca abierta deberá establecer mecanismos que permitan mitigar los riesgos de delitos cibernéticos, así como medidas de protección que ayuden a blindar los datos que intercambian las instituciones financieras dentro de este ecosistema. Evitar hackeos o usos indebidos de la información es el objetivo común para todos los actores activos de la banca abierta.

Otro de los principales retos será la capacidad de análisis que tengan tanto las entidades financieras como terceros, en relación con los datos de los usuarios. Deberán, entonces, tener la capacidad de generar valor a través del estudio minucioso de estos datos, brindando personalización e innovación de nuevos productos para pronosticar y satisfacer las necesidades y requerimientos de sus clientes.

No cabe duda de que el Open Banking se presenta como una gran oportunidad para proporcionar un mejor servicio a los clientes, a un bajo costo, pero con importantes beneficios para el sistema financiero en general. Cabe recalcar que en Latinoamérica se han evidenciado notables avances respecto a esta interesante alternativa, ya que el modelo de banca abierta logra impulsar un nuevo entorno en el que, tanto los usuarios de la banca como la misma institución, obtiene importantes ventajas. Por esta razón, solo las instituciones financieras que mejor se adapten a este ecosistema innovador y cambiante, serán las próximas líderes del mercado.