Los
sistemas bancarios
prevalentes en Panamá presentan obstáculos para innovar. Una estructura de TI
que no sea rígida permite a los bancos panameños avanzar hacia agilidad, flexibilidad y velocidad.Un estudio de 2014 mostró que el
software bancario
tiene más de 10 años, algunos más de 30, y solo el 10% renovó TI en los últimos tres años. En Panamá, mantener un Core Bancario
absorbe entre el 70 y 80% del presupuesto TI.Eso desvía recursos que podrían invertirse en
innovación financiera
, generando costos crecientes y bloqueando estrategias del negocio bancario panameño.En 2010, Europa mostró que el 69% de los sistemas tenía entre 11 y 30 años. Hoy algunos bancos en Panamá comienzan a dar pasos hacia su modernización tecnológica.
Los
cores bancarios
actuales se diseñaron para “Back-office”. Muchos funcionan sobre hardware obsoleto. En 2014, el 95% de los cajeros automáticos en el mundo utilizaba XP, sin soporte desde 2014, dejando a Panamá en rezago frente a los estándares modernos.El
COBOL
dejó de enseñarse en universidades panameñas. La edad promedio de quienes mantienen estos sistemas supera los 50 años, complicando el relevo técnico.Como un camión viejo, mantenerlos cuesta más cada año. Paquetes que amplían sin rediseño suelen aumentar la complejidad, un reto constante para la banca en Panamá.
El Reino Unido es una alerta. Con un sistema concentrado, fallas dejaron millones sin servicio. En Panamá, algo similar tendría gran impacto.
Estos sistemas mantienen lo básico, pero no soportan
experiencias del cliente
modernas ni lanzamientos rápidos.Panamá necesita velocidad, integración y foco en el cliente, un desafío conjunto para el negocio y la TI.
Sin TI moderna, ningún banco panameño será líder. Debe estar en la agenda del consejo hoy, mientras hay tiempo.